sobre presentaciones y pagos
Al respecto, Osvaldo Reynoso siempre hace notar que en las presentaciones todos terminan ganando algo de dinero, desde las editoriales hasta el mozo que sirve el "vino de honor" o el muchacho que coloca los micrófonos. Es decir, todos menos el presentador, que se tiene que pagar incluso su taxi o microbús para llegar puntual a la cita. Siempre queda el consuelo de atiborrarse de sanguchitos y vino (cosa que yo jamás hago, pues normalmente me causan dispepsia). Otros oficios literarios que no son pagados son: conferencias, ponencias en colegios y universidades, jurados de concursos. A veces, tenemos que dar una conferencia en un lugar, y descubrimos que a los oyentes se les ha cobrado... y a nosotros nos dan un diploma de participación. Es culpa nuestra... ¡hay que ser idiotas para aceptar!