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notas

del blog moleskine literario

Más mediocre que perverso

Más mediocre que perverso, por Lina Meruane

Escribo sin seudónimo para denunciar un periodismo "cultural" que escuda sus desviadas intenciones tras un cuestionable y anónimo "humor". Hace tiempo se vienen repitiendo (en forma de dichos supuestamente divertidos) críticas no fundamentadas contra determinadas escritoras. La trampa implícita consiste en que si las atacadas no se ríen, si no celebran las gracias, si no agachan el moño, entonces debe ser que son tontas graves. Pero las novelistas no tienen un pelo de ingenuas: entienden perfectamente que detrás de todo ese divertimento se arraiga un evidente deseo de agredir. La nota que ahora me cautiva apareció el sábado pasado en el suplemento cultural de La Tercera. El anónimo redactor "informaba" sarcásticamente sobre un asunto privado y delicado: que los manuscritos de tres escritoras acaban de ser rechazados por Planeta. La nota comienza caricaturizando a Nona Fernández, Andrea Jeftanovic y a la que aquí firma como "fervorosas" seguidoras de Diamela Eltit, igualándolas en un culto supuestamente compartido y en una misma devoción al estilo "diameliano". Concluye que si no hemos logrado editar es por ser malas copias de la "original". ¿Graciosa la agresión? Más patética que insultante, más mediocre que perversa. Pero como "es broma" el redactor omite las importantes diferencias estéticas de las obras, y olvida comentar las crecientes dificultades para publicar en un medio que apuesta cada vez menos por textos no comerciales (tanto de autores como de autoras). El anónimo escribidor simplemente intenta desacreditar la calidad literaria de las supuestas "diamelitas" sugiriendo que se trata simplemente de narradoras en serie. Ridiculizar es siempre lo más fácil y también lo más burdo. Así de fácil sería especular sobre los complejos y envidias de los "periodistas culturales" de La Tercera. Sería de mal gusto: un gesto agresivo y hasta vengativo. Que tras el humor se articulan manías de toda índole es un conocido principio freudiano: cuanto más vulgar el chiste (o el chisme) más a la vista queda ese primitivo deseo de destruir. Esa estrategia ya fue evidente en los comentarios contra los "donositos" esgrimidos por ese gran humorista que fue Roberto Bolaño (él, por lo menos, fue un excelente escritor y además daba la cara). Pero el anónimo redactor de la nota no tiene la sofisticación de Bolaño: ni siquiera parece haber leído a quienes critica. O si las ha leído (¿cómo las habría conseguido si continúan inéditas?) intuye en ellas algo que lo sulfura más allá de lo literario. Y por eso lo que ataca es la posición que esas escritoras, tal vez todas las escritoras, ocupan en el lugar siempre disputado de las letras chilenas. Pero ese humor tan torpe es un arma de doble filo: su estilo infame, su frágil y pueril ingenio, evidencian la ausencia de sensibilidad literaria; y la vulgaridad del chiste sólo revela una asombrosa indigencia cultural, una carencia de mínimos éticos que en realidad manchan el prestigio del suplemento que representa

(El Mercurio, 22/12/2006
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