Reseña en Babelia
Babelia, suplemento de El País
24 Enero 2009. Pg. 13
El finalista del Herralde de Novela tenía ante sí dos desafíos: la construcción de una voz narradora que estuviese a la altura de la materia individual que tiene que trasladarnos y el diseño de un escenario político social lleno no sólo de las certezas que nos conmueven sino también de las incógnitas que nos podrían inquietar.
Estamos en el presente del Perú, entre el final del Gobierno de Toledo y el nuevo de Alan García. En un pueblo andino remoto, el terrorismo de Sendero Luminoso ha hecho estragos humanos en los años ochenta. Ese pueblo, Oreja de perro, celebra la llegada del presidente probablemente demagógica cuando se necesitan los votos. Hasta ahí es enviado el narrador de esta novela para cubrir la información del evento para la revista para la que trabaja. Antes había sido un famoso presentador de televisión. Pero sucede que el periodista arrastra una tragedia personal. Ha perdido a su hijo Paulo, de cuatro años, y su mujer, Mónica, acaba de abandonarlo. Mientras cubre la información conoce a otras personas, entre mujeres y hombres, todos ellos seres que le exigen compromisos, entre personales y políticos, y ante los cuales el narrador sólo puede silenciosamente ofrecer su particular vía crucis.
La pérdida del hijo (que Thays ya había tratado en La disciplina de la vanidad, 2000, con el mismo nombre pero entonces de 13 años) es un asunto triste que el autor peruano registra con una envidiable delicadeza. La huida hacia la sensualidad más inmediatista del protagonista; el duelo, no solo de lo que perdió sino también de lo que está a punto de perder; la violencia sorda que lo rodea, son controlados y plasmados con una eficacia artística rayando la perfección.
J. Ernesto Ayala Dip