DOS PREGUNTAS CARGOSAS PARA MIGUEL GUTIERREZ
por Alonso Alegría
Tengo un grave defecto. Confundo la obra con el autor. No me gusta lo que escribe Borges porque en 1974 aceptó una medalla de Pinochet. Detesto la música de Wagner porque era antisemita. No he leído a Miguel Gutiérrez y quisiera leerlo, pero me he enterado de que ha sido, quizás siga siendo, admirador de Abimael Guzmán. Eso me lo descalifica como narrador. Qué voy a hacer, los buenos paisajes realistas de Hitler pintor me hubieran parecido horribles.
En 1988, mientras Sendero nos hacía chichirimico, Gutiérrez publicó su libro La generación del 50. En la página 51 declara que la "significación histórica y real dimensión" de la "guerra popular que a través del PCP conduce (Guzmán) desde hace más de siete años" serán producto de su "desarrollo y resultado final". En la página 261 lamenta no ser amigo de Guzmán y elogia su trabajo "paciente y anónimo", su vida "austera, muy austera" asegurando que Guzmán es "un intelectual diferente, de nuevo tipo, abrasado por una única y absoluta pasión -llama, fuego, hoguera, lumbre- combustionada por el desarrollo crítico y radical del pensamiento". Mientras los senderistas masacraban a miles de campesinos, Gutiérrez escribe en la página 263: "Quien viene dirigiendo este gran acontecimiento histórico es un hombre de inteligencia superior, de voluntad y disciplina inquebrantables, y si los militantes aceptan su liderazgo no lo hacen por imposición autoritaria, sino por la corrección de su pensamiento".
¿Sigue creyendo lo mismo Miguel Gutiérrez? No estoy seguro que no. En mayo pasado, en la revista Pelícano, declaró: "En fin, no reniego de ese libro (La generación del 50) que acaso tenga el valor del signo de la época que lo generó".
¿Será que Gutiérrez sigue admirando a Guzmán y lamenta secretamente el fracaso de su "guerra popular"? Curiosamente este martes la Cámara Peruana del Libro le rinde un gran homenaje en el Jockey Plaza "por la calidad de su obra narrativa, que ha logrado reflejar la realidad, los sueños y las más íntimas aspiraciones del Perú". ¿Cuáles íntimas aspiraciones de cuál Perú? ¿El de Sendero, de Guzmán y del Gutiérrez del 88? Yo quisiera leer a Gutiérrez y por eso le hago ahora dos preguntas cargosas: ¿Cuál cree que ha sido la verdadera significación de la "guerra popular" de Sendero Luminoso? ¿Sigue pensando que Guzmán es una inteligencia superior? Si Gutiérrez reniega de su pasado pro-senderista, todos quedamos contentos y aquí tiene a un lector más. Pero si guarda silencio, si matiza su respuesta, si me descalifica como preguntón, si aduce que sus convicciones políticas son asunto privado o cualquier otra argucia de ese tipo, pues. pues supongo que la Cámara del Libro sabe distinguir entre el literato y el senderista, pero yo no puedo. Para mí, lo que escribe un senderista jamás será buena literatura. Es un defecto que tengo, qué voy a hacer.
Tengo un grave defecto. Confundo la obra con el autor. No me gusta lo que escribe Borges porque en 1974 aceptó una medalla de Pinochet. Detesto la música de Wagner porque era antisemita. No he leído a Miguel Gutiérrez y quisiera leerlo, pero me he enterado de que ha sido, quizás siga siendo, admirador de Abimael Guzmán. Eso me lo descalifica como narrador. Qué voy a hacer, los buenos paisajes realistas de Hitler pintor me hubieran parecido horribles.
En 1988, mientras Sendero nos hacía chichirimico, Gutiérrez publicó su libro La generación del 50. En la página 51 declara que la "significación histórica y real dimensión" de la "guerra popular que a través del PCP conduce (Guzmán) desde hace más de siete años" serán producto de su "desarrollo y resultado final". En la página 261 lamenta no ser amigo de Guzmán y elogia su trabajo "paciente y anónimo", su vida "austera, muy austera" asegurando que Guzmán es "un intelectual diferente, de nuevo tipo, abrasado por una única y absoluta pasión -llama, fuego, hoguera, lumbre- combustionada por el desarrollo crítico y radical del pensamiento". Mientras los senderistas masacraban a miles de campesinos, Gutiérrez escribe en la página 263: "Quien viene dirigiendo este gran acontecimiento histórico es un hombre de inteligencia superior, de voluntad y disciplina inquebrantables, y si los militantes aceptan su liderazgo no lo hacen por imposición autoritaria, sino por la corrección de su pensamiento".
¿Sigue creyendo lo mismo Miguel Gutiérrez? No estoy seguro que no. En mayo pasado, en la revista Pelícano, declaró: "En fin, no reniego de ese libro (La generación del 50) que acaso tenga el valor del signo de la época que lo generó".
¿Será que Gutiérrez sigue admirando a Guzmán y lamenta secretamente el fracaso de su "guerra popular"? Curiosamente este martes la Cámara Peruana del Libro le rinde un gran homenaje en el Jockey Plaza "por la calidad de su obra narrativa, que ha logrado reflejar la realidad, los sueños y las más íntimas aspiraciones del Perú". ¿Cuáles íntimas aspiraciones de cuál Perú? ¿El de Sendero, de Guzmán y del Gutiérrez del 88? Yo quisiera leer a Gutiérrez y por eso le hago ahora dos preguntas cargosas: ¿Cuál cree que ha sido la verdadera significación de la "guerra popular" de Sendero Luminoso? ¿Sigue pensando que Guzmán es una inteligencia superior? Si Gutiérrez reniega de su pasado pro-senderista, todos quedamos contentos y aquí tiene a un lector más. Pero si guarda silencio, si matiza su respuesta, si me descalifica como preguntón, si aduce que sus convicciones políticas son asunto privado o cualquier otra argucia de ese tipo, pues. pues supongo que la Cámara del Libro sabe distinguir entre el literato y el senderista, pero yo no puedo. Para mí, lo que escribe un senderista jamás será buena literatura. Es un defecto que tengo, qué voy a hacer.